Siempre me ha parecido que la serie Elseworlds (o What If? en Marvel) es una mera excusa para escribir historias de cualquier género, cualquier estilo, o ambientadas en cualquier entorno temporal y espacial, utilizando básicamente tan solo el nombre de algún personaje o grupo de personajes franquicia como garantía para captar la atención de la base de fans. De todas maneras eso no significa que no puedan surgir historias interesantes y deahuevo de leer, solo que, como en el caso de Nine Lives, no estoy seguro si la historia necesitaba a Batman... al menos sí estoy seguro que no necesitaba que el narrador, el detective privado Dick "Boy Wonder" Grayson, que como suele suceder en el noir es a su vez el protagonista, nos explicara con sobra redundancia, por ejemplo, que a Cobblepot le llamaban El Pingüino por su costumbre de vestir como si siempre fuera a un funeral o a una boda (!A huevos! Sabemos que es el fuckin Pingüino, parece un pingüino, su nombre es Cobblepot y lo hemos visto miles de veces... además, en este caso particular !Se ve igual que en su versión tradicional!).
Y así sucede con cada uno de los personajes, es como si Motter escribiera para niños neuróticos y con anormales fobias hacia lo desconocido, como si su audiencia meta fueran niños que recién presenciaron una tragedia. "Ven... es el Joker, no es otro personaje, yo sé que no lleva maquillaje, pero tiene su traje morado y su corbata chistosa. Todos le dicen de apodo Joker... sí... no usa el pelo verde pero ¿Ya vieron que juega cartas y cuando se presenta dice "soy el Joker"? Entonces ¿Quién es él?".
Dejando la redundancia de lado, Nine Lives es una bastante agradable historia noir ambientada en los años 40, con todos sus elementos. Allí está el nihilismo ácido, la ironía miserable, el salvajismo urbano, los vicios y la misoginia (en este tipo de historias solo existen dos tipos de mujer: la buena y bonita, y la femme fatale). En fin que en un mundo oscuro donde, a través de la brutalidad y el engaño, todo el dominio descansa en manos de hombres blancos, parece ser lo más natural que una poderosa y manipuladora mujer negra terminara muerta y debajo de muchas capas de lodo.
El arte de Michael Lark hace más intenso aún todo lo oscuro del relato, el suyo es un estilo delicado, con especial atención a los gestos de impacto que van definiendo a cada uno de los personajes. Lark le dedica tiempo a moldear visualmente una Ciudad Gótica creíble y funcional. La nostalgia de la época se la debemos a su dibujo tanto como a los colores puntualísimos de Matt Hollingsworth.
¿Qué no es noir en Batman? Precisamente Batman, o al menos el Batman de Nine Lives. Por supuesto que Bruce Wayne es un ser humano horrendo, cínico y carente de todo toque de gracia, pero Batman, en cambio, surge dentro de la trama simplemente como un Deus Ex Machina que simplifica enormemente el chance del escritor cuando a todos los protagonistas se los está llevando la gran puta. ¿Para el espectador? (al menos para mí) Batman resulta ser un aguafiestas de mierda, un elemento que termina por espantar la desesperanza y la tragedia tan noir de una novela que pretende ser noir. Como el "Boy Wonder" reflexiona en algún momento... Batman es el dios de esta Gótica, es el dios que salva en este noir.
Por mi parte, me gusta tomar mis noir bien ateos.
Puntuación: 7/10
Batmobile Points: !Sólido y contundente! 8/10
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