Es un cumbiero suicida (cumbia suicide), El Hombre de Los Sombreros se anida en un bar cualquiera, observa, juega, arriesga y casi siempre gana, siempre gana pues aún cuando pierde termina ganando la esencia del fervor por el juego en forma de roces de pieles sudadas pero perfumadas. Camina siempre bajo las elásticas sombras de Eros, él, "El de los Sombreros" percibe un aroma que se abre camino entre los olores etílicos, humeantes, y en general los olores a viernes de paga ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario